TURISMO

CIUDAD VALLES Y LA HUASTECA
Julián Díaz Hernández

Texto: JULIÁN DÍAZ HERNÁNDEZ. 

Fotos: JOEL DÍAZ LÓPEZ.

Cuando vimos que Gerardo –el coordinador del viaje- le había puesto cobija hasta al termo del café, intuimos que la aventura en Real de Catorce iba a estar bastante fría; por ventaja para quienes íbamos de la Huasteca Potosina, ya el anochecer sabatino nos había empezado a aclimatar con un descenso en el termómetro, al que se añadió un vientecillo gélido poco común.

   Todavía el operador del autobús, en la parte final del viaje de siete horas, prendió el aire acondicionado, de manera que las capas de sudaderas y chamarras que pensábamos ponernos hasta llegar a nuestro destino, las fuimos colocando de a poco, mientras pasábamos por Matehuala y Cedral, y nos internábamos en el camino de piedra hacia el afamado destino.

 

 

   Los cero grados que sentimos arribando al estacionamiento, nos quitaron cualquier modorra que pudiera haber dejado el trayecto, e hizo casi inmediato el proceso de abordaje de las camionetas, para que enseguida, la calidez de los 2.3 kilómetros del túnel “Ogarrio” –perforado desde el 23 de julio de 1897- nos permitiera irnos acoplando de a poco.

 

 

   Así llegamos a uno de los dos primeros pueblos mágicos del país (decretado en 2001): Un lugar lleno de historias y de misterio, fundado alrededor de 1778, que ahora parece detenido en el tiempo, entre calles de piedra y edificios antiguos que nos remiten a la bonanza que generó la explotación de la plata hace más de un siglo; muchas de esas construcciones -al quedar en el abandono- han alimentado las leyendas.

 

 

   Nosotros también alimentamos el calor de nuestro cuerpo con la primera caminata, pero mejor aún fue disfrutar el desayuno acompañado por una bebida caliente, para tomar energías y enfilarnos luego hacia el punto de encuentro, a fin de dar inicio a nuestro recorrido guiado, que nos permitiría conocer a detalle los puntos más emblemáticos:

 

 

 IGLESIA “LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN”

 

La iglesia está dedicada a “La Purísima Concepción”, pero destaca la identidad que la gente ha sentido con San Francisco de Asís, al que cariñosamente le han llamado “El charrito”: Lo califican como benefactor de los desafortunados, y mediador en las peleas de borrachos en las calles; incluso los creyentes afirman que es por ello que sus vestimentas aparecen rasgadas y su calzado muy gastado.

 

 

   Entre los milagros más reiterados se cuenta la separación de dos rijosos que estaban a punto de matarse, quienes cuando después vieron su efigie, aseguraron que era el mismo hombre que evitó la tragedia; igual pasó con un niño perdido en el desierto; y otro que estuvo a punto de morir ahogado en un aljibe (al que ahora se puede visitar en una vivienda, que es conocida como “La casa amarilla”).

 

 

    Aunque la mayoría de la gente coincide que su mayor milagro es haber regresado la prosperidad a Real de Catorce, después de caer en el olvido tras el cierre de sus minas en 1905. Y es que la recuperación económica a partir de la afluencia turística es sorprendente, así como la creatividad generada en los pobladores; ejemplo de ello son las “peyo-conchas”, panes con forma de peyote, la planta característica de la comarca.

 

 

 ANTIGUA CASA DE MONEDA

 

La Antigua Casa de la Moneda hoy es la Casa de Cultura, sorprendiendo por su historia pero también por su arquitectura. Aquí, en 1815 se comenzaron a hacer monedas de bronce llamadas cuartillas, y funcionó –en los tiempos de Benito Juárez- hasta 1865; el interior tiene tres niveles y muchas salas con exposiciones de monedas, cartonería, fotografías, pinturas y arte huichol, entre otras interesantes piezas.

 

 

 EL MUSEO PARROQUIAL

 

Aquí se exhiben distintos artículos y fotografías de las diversas épocas de cuando Real de Catorce era pueblo minero: Como el antiguo tranvía que fue utilizado en el túnel de Ogarrio, en el que transportaban a la gente hasta la Mina Santa Ana, en la localidad “La Luz”. El lugar también resguarda y muestra herramientas, fotografías y otros objetos curiosos encontrados en las minas y en las construcciones antiguas.

 

 FUENTE Y PRESIDENCIA

 

Por si fueran pocos los atractivos que sorprenden en Real de Catorce, sucede que de repente vas caminando por la calle y te encuentras con una fuente, donde es ineludible detenerte y capturar el momento. Más adelante ubicaremos la Presidencia Municipal, que es considerado uno de los muchos monumentos arquitectónicos, con su Salón de Cabildo (levantado en el siglo XIX).

 

 LA PLAZA PRINCIPAL

 

 De los lugares imperdibles en el trayecto es la Plaza Principal o “Hidalgo”, en cuyo centro hay un quiosco de hierro labrado, que sustituyó a una fuente en 1928; a su alrededor destaca un tranquilo jardín y constituye el punto ideal para descansar en sus bancas, o dar una vuelta y recorrer los comercios que están alrededor, donde los artículos en venta y suvenires son innumerables.

 

 HOTEL “RUINAS DEL REAL”

 

No tiene televisiones ni teléfonos, para alentar un descanso más tranquilo, en cambio cuenta con maravillosas vistas panorámicas desde habitaciones y terraza, y sus preciosos detalles han enamorado a celebridades que se han hospedado aquí durante el rodaje de las múltiples películas escenificadas en Real de Catorce, siendo el primero de los casos el de Julia Roberts durante la cinta “La Mexicana”.

 

 

   A principios de éste siglo, Roberts estuvo acompañada del actor Brad Pitt, quien se ganó la simpatía y el aprecio de la gente, a diferencia de Julia, por su exigencia de un jacuzzi, que no fue bien vista por los pobladores, quienes continuamente sufren la escasez de agua. Aquí también se han hospedado otras actrices de Hollywood como Penélope Cruz y Salma Hayek, por la grabación del filme “Bandidas”.

 

  PALENQUE DE GALLOS

 

Las peleas de gallos y las corridas de toros, eran el entretenimiento de los mineros en los años de bonanza minera, cuando Real de Catorce tuvo su mayor población: 18 mil habitantes; por ello en 1863, el empresario Diego González Lavín, construyó el palenque, al estilo romano. Estuvo a punto de desaparecer, pero en 1977 fue restaurado, actualmente es sede de actividades culturales, convivios y festivales cívicos.

 

 

 ANTIGUA IGLESIA DEL PANTEÓN

 El antiguo Panteón de San Francisco es de las construcciones más antiguas, con dos secciones: Una dedicada a San Francisco y otra a la Virgen de Guadalupe; en la primera, los franciscanos edificaron una capilla por el año de 1775, cuando el lugar se llamaba Los Álamos. Hay detalles para admirar desde la entrada, con la reja decorada en formas de peyote, lo que nos demuestra el sincretismo existente en la región.

 

 

   Adentro, está la capilla dedicada a la Virgen, y aun con frescos deteriorados, es interesante; y en las cuatro esquinas de la cúpula resaltan pinturas de mujeres de la Biblia. En el suelo yacen las criptas de algunos personajes del pueblo y en las paredes hay pinturas decimonónicas; pero su espacio más importante es el vacío, porque ahí estuvo San Francisco de Asís, a quien llevaron a otra parroquia para su veneración.

 

 ALAMEDA MUNICIPAL

 La singular alameda de Real de Catorce responde con precisión a su denominación: Poblada de muchos álamos, que forman una especie de valla, a quienes llegan hasta aquel sector del pueblo, cercano al Panteón y a un costado de la plaza de toros. El vientecillo los mece suavemente, y aunque su sombra no es mucha, tampoco es demasiado el sol.

 

 PLAZA DE TOROS

En la fase de bonanza se erigieron construcciones para entretenimiento de la gente adinerada, entre ellos la plaza de toros, edificada a mediados del siglo XIX, coincidiendo con los festejos celebrados en honor a Carlos IV por su ascenso al trono; lucía como un octágono pintado en azul y blanco. Fue remodelada en 1863 por el empresario Diego González, y con los años adquirió aspecto de "arena"; está hecha totalmente de piedra.

 

 EL PAREDÓN

Como su nombre lo indica, el paredón fue destinado a las ejecuciones durante las luchas de Independencia y la Revolución Mexicana; incluso se cuenta que aquí fueron fusilados los catorce bandidos que dieron nombre a la localidad. Al acercarse lo suficiente al muro se descubren los huecos desgastados que dejaron las balas impactadas en su base, además que desde este punto se admira una amplia imagen de la Sierra de Catorce.

 

 MIRADORES Y PASEOS

 

Una vez conocidos los puntos más representativos, es momento de emplear el resto de la tarde en acudir a los miradores, hay dos a los que se puede llegar sin mayor problema y sin ningún costo, y otro par con tarifa de acceso: “De cristal”, donde su transparencia hace parecer que estás suspendido en el vacío, y el de “Las manos de San Francisco”, con forma de las extremidades del venerado santo.

 

 

   También es posible rentar caballos para un paseo corto por Real de Catorce, o mejor aún, el trayecto más lejano que lleva hasta el “pueblo fantasma”. Si la idea es añadirle una buena carga de adrenalina al viaje, entonces pueden alquilarse las famosas “Willys”, camionetas de modelo atrasado pero todo terreno, que efectúan una travesía por el desierto, entre montañas y enormes precipicios.

 

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